Historia
Consiste en la colocación, en la puerta de las casas, de peleles o monigotes vestidos con viejas ropas de la casa y la cara pintada con rasgos humanos. Los temas básicos que se tratan suelen ser tres: la recreación de antiguos oficios ya desaparecidos y que eran típicos de Alhama; la representación de escenas de la vida cotidiana, tratadas por lo general en clave de humor y, por último y las más celebradas, las escenas satíricas que con agudeza crítica ponen de manifiesto problemas o temas puntuales de actualidad.
Aquellos Mayos que representan escenas costumbristas o tradicionales recuperan y muestran ropas, enseres y complementos ya en desuso, como zaragüelles, aperos, trillos y herramientas, convirtiendo las calles de Alhama en un verdadero museo etnográfico.
Un Mayo no es un único pelele, sino que deben componer
una escena y, al igual que en su origen, debe llevar una cartela que recoge el
mensaje que se quiere transmitir para entender la escena o simplemente
reconocer el personaje. Sobre todo en los mayos que representan escenas
tradicionales, las cartelas recuperan vocablos, modismos y expresiones típicas
de Alhama de Murcia y de la Región, generalmente en verso.
El concurso de Mayos otorga premios a los tres mejores
y distinciones en las categorías de crítico, original y tradicional.
En la plantada colaboran vecinos particulares, peñas y
asociaciones de barrio, que tradicionalmente la venían montando en la madrugada
del sábado al domingo para desaparecer ese mismo día por la tarde. Desde el año
2016, la exposición de Mayos comienza el sábado sobre
mediodía y finaliza el domingo por la tarde.